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Le chic à la française / el chic a la francesa

Le chic à la française

Souvent envié, parfois critiqué, le style à la française ne laisse personne indifférent. Parmi tous les nombreux clichés sur les Français, le chic et l’élégance des Parisiennes continue depuis des années à faire rêver la planète. Mais alors quelle est la formule secrète de la fameuse French Touch ?

Plus qu’un style vestimentaire, l’allure française pourrait se résumer à une attitude. Une capacité d’experte à prendre soin de soi et de son style sans en avoir l’air. C’est cette prétendue classe naturelle, ce chic inné que nous envient nos consœurs outre-Atlantique. Bien loin d’être la dernière de nos préoccupations, l’apparence est bel et bien d’une importance primordiale, le secret c’est l’art du chic sans effort, la maitrise du look nonchalant étudié.

L’obsession pour le style français remonterait à la Seconde Guerre mondiale, au moment où les Américains étaient stationnés en France suite au débarquement. Paris était occupée en 1940, et c’est à ce moment-là que les Américains ont eu l’occasion d’observer les Français et les Françaises, de réellement comprendre leur sens de la mode en fait, et de voir à quel point elle était différente.

En France on suit peu les tendances mode, on parle de style. Les dressings sont généralement concoctés de pièces indémodables et très classiques et peut très bien mélanger des pièces d’H&M et des pièces de couturiers.

Le style français est souvent défini comme élégant et discret. Le style français est naturellement élégant, et simple. Une paire de boucle d’oreille, une coiffure coiffé-décoiffé et un manteau simple. La french touch, c’est cet aspect « volontairement négligé » et cette attitude nonchalante. Contrairement aux pays hispanophones, les couleurs d’un dressing à la française se comporte de noir, de gris, de beige, de bleu marine… des tons généralement neutres, peu de couleurs agressives ou flashy. Un style qui préfère le confort à l’excentricité. 

Les français aiment beaucoup la superposition. Une chemise, un blazer et un manteau. Pour avoir du style en toute circonstances, à l’intérieur ou à l’extérieur.) Il est très fréquent qu’une femme s’habille avec des vêtements masculins ou over size. 

C’est très cliché mais la marinière fait aussi partie de nos penderies. En pull, en t-shirt ou en robe elle est devenue une icone indémodable du style français.

Malgré cette admiration internationale du style français, les médias en feraient toujours trop à tel point que seulement 22% des françaises se trouveraient belle. 

Ce cliché de la parisienne parfaite en serait-il la cause ? 

 

El chic a la francesa

A menudo envidiado, a veces criticado, el estilo francés no deja indiferente a nadie. Entre los muchos tópicos sobre los franceses, el chic y la elegancia de las mujeres parisinas sigue haciendo soñar al mundo desde hace años. Pero, ¿cuál es la fórmula secreta del famoso French Touch?

Más que un estilo de vestir, el encanto francés podría resumirse en una actitud. Una habilidad experta para cuidar de uno mismo y de su estilo sin parecerlo. Es esta supuesta clase natural, este chic innato que es la envidia de nuestras hermanas del otro lado del Atlántico. Lejos de ser la menor de nuestras preocupaciones, la apariencia es de hecho de suma importancia, el secreto es el arte de la elegancia sin esfuerzo, el dominio de la estudiada mirada despreocupada.

La obsesión por el estilo francés se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando los estadounidenses estaban destinados en Francia tras el desembarco del Día D. París fue ocupada en 1940, y fue entonces cuando los estadounidenses tuvieron la oportunidad de observar a los franceses y a las francesas, de comprender realmente su sentido de la moda y de ver lo diferente que era.

En Francia no seguimos las tendencias de la moda, sino que hablamos de estilo. Los vestidores suelen estar formados por piezas atemporales y muy clásicas y pueden mezclar muy bien piezas de H&M y de diseño.

El estilo francés suele definirse como elegante y discreto. El estilo francés es naturalmente elegante y sencillo. Un par de pendientes, un peinado arreglado y un abrigo sencillo. El toque francés es ese aspecto “deliberadamente desaliñado” y la actitud despreocupada. A diferencia de los países hispanohablantes, los colores de un vestuario francés son el negro, el gris, el beige, el azul marino… generalmente tonos neutros, con pocos colores agresivos o llamativos. Un estilo que prefiere la comodidad a la excentricidad. 

Los franceses adoran las capas. Una camisa, una americana y un abrigo. Ser elegante en cualquier circunstancia, dentro o fuera). Es muy común que una mujer se vista con ropa de hombre o de talla grande. 

Es un tópico, pero el abrigo marinero también forma parte de nuestro vestuario. En jerséis, camisetas o vestidos se ha convertido en un icono atemporal del estilo francés.

A pesar de esta admiración internacional por el estilo francés, los medios de comunicación siguen exagerando hasta el punto de que sólo el 22% de las francesas se consideran guapas. 

¿Podría ser este cliché de la mujer parisina perfecta la causa?

 

Candice Thomas, estudiante de prácticas en Proyecto Idiomas

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