Lo que necesitas saber sobre el festival de artes más grande del mundo
Durante un mes al año, la ciudad de Edimburgo se convierte en un crisol de talento artístico que llega a raudales desde todas partes para participar en el festival de artes más grande del mundo. El Festival Fringe de Edimburgo, o el ‘Fringe’ para abreviar, es verdaderamente único. Ya sea participando o simplemente yendo como espectador, no se puede menos que ser arrastrado por la atmosfera artística incansable que se vive en cada rincón de la deslumbrante capital escocesa durante todo el mes de agosto. Hay tantísimas cosas que ver en una enorme variedad de lugares diferentes que te puedes quedar un poco abrumado. Pisas por un segundo el Royal Mile, la preciosa calle principal empedrada de Edimburgo, y te verás inmediatamente inundado de folletos publicitarios de compañías teatrales, grupos de baile, cómicos, marionetistas, mimos, cantantes (y la lista sigue…), cada uno tratando de destacarse entre las masas, que llega a un total muy por encima de 3000 espectáculos, normalmente vistiendo disfraces ridículos, ondeando carteles o actuando en uno de los numerosos escenarios al aire libre que se encuentran en el Mile. Así que, ¿cómo escoger qué vas a ver entre todo lo que ofrece el festival?
Pues, la más importante que debes darte cuenta desde el inicio es que no puedes ver todo. Es físicamente imposible y requeriría una máquina del tiempo. Así que es importante que no te preocupes demasiado por lo que no has podido ver. En segundo lugar, mantén la mente abierta. Gran parte de la diversión se encuentra en ver los espectáculos que no se habría esperado ver, y a menudo los más inolvidables son aquellos que se ven por puro capricho. No planifiques demasiado, y asegúrate dejar tiempo para los “monólogos gratis que empiezan en cinco minutos en la sala por encima de ese pub justo por allí”.
En tercer lugar, es casi inevitable que veas espectáculos que son pura basura. ¡Y eso está bien! Recuerda, prácticamente cualquier persona puede montar un espectáculo en el Fringe, así que puedes encontrarte con cosas extrañas y francamente terribles ahí fuera. Si partes del festival sin haber visto algo que te ha dejado completamente confundido, asustado o sintiendo vergüenza por los actores hasta el punto de lágrimas, entonces puede que te hayas perdido algo.
Por último, cuando visitas el festival, naturalmente tendrás una idea del tipo específico de espectáculo que quieres ver, por ejemplo: el baile, la comedia, el teatro etc… y resulta muy fácil limitarse a solo unos pocos géneros. Pero recomendaría que pruebes algunos nuevos que nunca has experimentado antes, ya que el Fringe es el lugar donde se retan los géneros, donde se estiran y se les dan nuevos giros creativos. Podría ser que no te gusta el ballet, por ejemplo, pero sin duda habrá un espectáculo de ballet en el festival que te hará cambiar de idea. Uno de los mejores espectáculos que yo he visto en Edimburgo (y he ido 5 veces) fue una interpretación de tap. Entré en la sala con reservas sobre lo emocionante que podría ser el tap en realidad, y salí con el deseo de decirle a cualquier persona que viera que fuera a verlo. Hay que ser optimista, siempre con la actitud que cada espectáculo podría ser el ‘tesoro oculto’, la cosa de la que no dejas de hablar por todas las semanas siguientes. Puede ser que no lo sea, pero lo bueno del Fringe es que simplemente nunca se sabe.
Entonces, si estás dispuesto a poner a prueba tus capacidades lingüísticas y tratar de adaptarte al acento escocés, asegúrate que un viaje a Edimburgo durante agosto esté en tu calendario. Probablemente no haga sol, lloverá definitivamente, pero seguro que te irás habiendo vivido una experiencia cultural sin comparación y con un fuerte deseo de volver año tras año.
Tom Gidman
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The Edinburgh Fringe Festival
What you need to know about the world’s biggest arts festival.
For one month a year, the city of Edinburgh transforms into a buzzing melting pot of artistic talent that floods in from all corners of the globe to take part in the world’s largest arts festival. The Edinburgh Fringe Festival, or ‘Fringe’ for short, is truly unique. Whether participating or just going as a spectator, you cannot help but be sucked in to the relentless arty vibe that permeates every corner of the stunning Scottish capital for the whole of the month of August. There are so many things to see in an enormous array of venues that it can even seem a little overwhelming. If you take one step on to the Royal Mile, Edinburgh’s picturesque cobbled High Street, you will immediately be bombarded with flyers from theatre companies, dance troupes, comedians, puppeteers, mime acts, singers, (the list goes on) each trying to stand out from the masses, which comes to well over 3000 shows, usually by wearing insane costumes, flying enormous banners or performing on one of the Mile’s many outdoor stages. So how exactly do you go about choosing what to see when there is just so much on offer?
Well, the most important thing to realise from the off is that you simply can’t see everything. It’s physically impossible and would require a time machine. So it’s important not to fret too much about missing certain things. Secondly, go at it with an open mind. A large part of the fun is seeing shows you would never have thought about seeing, and often the most memorable are those you see on a complete whim. So don’t pre-plan too much and make sure to leave time for the “free stand-up starting in 2 minutes in the room above that pub over there”.
Thirdly, you will almost certainly see shows that turn out to be complete rubbish. This is OK. Remember, practically anybody can take a show to the Fringe, so there’s bound to be a lot of strange and frankly awful things out there. But this is also part of the experience. If you don´t leave the Fringe Festival having seen at least one show that has left you completely puzzled, scared, or cringing to the point of tears, then you may have missed a trick.
Lastly, when you go, you are naturally going to have an idea of what specific kind of performance you want to see, eg. dance, comedy, theatre etc… and it’s very easy to limit yourself to just a few genres. But I would wholeheartedly recommend trying out new ones that you’ve not experienced before, as the Fringe is a place where genres are challenged, stretched and given new creative twists. You may have an inherent dislike of, let’s say, ballet, but there will no doubt be a ballet show out there that would change your mind. One of the very best shows I have seen at Edinburgh (and I have been 5 times) was a tap-dancing show. I went into it with slight reservations about how exciting tap could really be, and I walked out wanting to tell literally everyone I saw to go and see it. You have to go at it optimistically with the mindset that each show could be that hidden gem, the thing you go on about for weeks to come. It may not be, but the great thing about the Fringe is that you just never know.
So, if you’re willing to put your english language skills to the test and give a go at adapting to the Scottish accent, then make sure a trip to Edinburgh during August is on your itinerary. It probably won’t be sunny, there will be rain, but you are guaranteed to leave having had a cultural experience beyond compare and will surely want to go back year after year.
Tom Gidman